viernes, 23 de febrero de 2007

Tendecias de la Economia Argentina

Desde hace ya varios meses, los principales indicadores vinculados a la economía real muestran en términos tendenciales una indudable desaceleración en sus procesos de crecimiento. En este sentido, el panorama de nuestro país en el 2010, no es alentador, ya que a cuatro años de la fecha, no existe (como desde 1810) una planificación que trate de potenciar el desarrollo sustentable. No se ha planificado o se ha realizado una Geopolítica de recursos estratégicos no renovables hasta ahora. No se ha previsto, por ejemplo el agotamiento de petróleo que según estudios solo existen reservas por 10 años, ya que es un recurso no renovable. Hoy en distintos lugares se comienza a sentir la escasez del mismo.
Otro de los inconvenientes a futuro y que ya es un gran problema económico de coyuntura; será la gran dependencia de comodities que tienen nuestras industrias; que las hace muy sensibles a los cambios en la situación mundial.
Según afirma el Informe sobre el Empleo en el Mundo jamás ha sido tan alta la cifra de trabajadores desempleados y subempleados en todo el mundo, que aumentará en varios millones más antes de finalizar el primer decenio del dos mil. Todo esto debido a las diferentes crisis financieras y guerras en distintas partes del mundo. La formación profesional, dice el informe, proporciona un medio efectivo para resolver este problema entre las mujeres desempleadas, los jóvenes, los trabajadores atrapados en el sector no estructurado y otros "grupos vulnerables". "La situación mundial del empleo es mala, y está empeorando", afirma la OIT. Paralelamente a la terca "persistencia de un fuerte desempleo y subempleo, cunde la preocupación por la exclusión social de los jóvenes y los trabajadores de edad, los menos cualificados, los discapacitados y las minorías étnicas, y especialmente las mujeres en todas esas categorías."
Nuestra economía tan dependiente del Dólar, a juzgar por nuestra historia económica de los últimos 30 años, deberá agradecer George W. Bush. Su decisión de invadir Irak que genero un descomunal déficit fiscal, que comenzó en el 2004 y ascendió en ese periodo a US$413.000 millones, tras el superávit de US$236.000 millones que recibió de Bill Clinton en 2000, depreció el dólar un 40% (frente al oro) en sus 4 primeros años de gobierno. Estos ciclos de gran depreciación internacional del dólar siempre han sido una garantía de éxito para los planes económicos acometidos por todos los ministros de Economía de nuestro país. Al contrario, todos los momentos de dólar fuerte han resultado demasiado exigentes para nuestros gobiernos y condujeron inevitablemente a crisis profundas y terminales. El éxito argentino de estos dos últimos años le debe prácticamente todo a la referida decisión del presidente norteamericano.
Distintos analistas internacionales coinciden en un posible ajuste en mercados emergentes; y la razón estaría basada en dos factores fundamentales: La fragilidad de las condiciones monetarias globales que se registran desde 2002 y la tendencia de los mercados a sobrerreaccionar; es decir caer en la especulación y manipulación sobre las fluctuaciones en el crecimiento de las economías de los países desarrollados en un futuro inmediato.
El contexto financiero internacional y la tendencia de los mercados a sobrerreaccionar serian causas de un posible ajuste en algunos países emergentes si el crecimiento de PBI global sigue siendo lento; aumenta la inflación y si hay una subida significativa de los tipos de interés en los países desarrollados. En mi opinión el ejemplo de estas variaciones mas claro es el caso de España en el primer semestre del 2006.
Este posible panorama influiría en nuestros países sudamericanos y sobre todo en las áreas más frágiles como es el caso de nuestra economía en recuperación pero en un tenue equilibrio.
Si bien no llegaríamos a sufrir crisis financieras como la que superamos en el 2001; las instituciones deberían estar preparadas para la protección de libertades y derechos de los agentes económicos.
Sin ánimos de crear alarma en el sistema, debemos recordar que nuestro país sufre una crisis económica cada diez años. Lo positivo es que faltan dos años para que supuestamente entremos en crisisnuevamente.
Argentina al igual que otros países de Sudamérica ha consolidado; desde la última crisis; las vulnerabilidades a los shocks de cualquier naturaleza. El impacto de una posible crisis financiera; en el supuesto de que repercuta en nuestras economías regionales; no será de la magnitud de crisis anteriores.
Por otra parte impulsar por ejemplo la ZICOSUR; que es una sub-región dentro del Mercosur, integrada por 3 Regiones chilenas: Tarapacá, Antofagasta y Atacama; por las provincias argentinas de la Región NOA, de la Región NEA, los departamentos bolivianos de La Paz, Oruro, Cochabamba, Potosí, Tarija, Chuquisaca, y Santa Cruz; la totalidad del Paraguay y los estados brasileños de Matto Grosso y Matto Grosso do Sul. La región reúne a unos 29 millones de habitantes, en una superficie de 3 millones 600 mil kilómetros cuadrados. Los integrantes se caracterizan por sus rasgos de economías periféricas respecto a los centros económicos fundamentales del mercosur. Esta situación las lleva a asociarse para coordinar y potenciar sus recursos, incorporando las relaciones comerciales con los países del Pacífico, particularmente con las economías asiáticas, y la opción de contar con puertos sobre el Pacífico y el Atlántico para sus operaciones comerciales. La ZICOSUR necesita el desarrollo del transporte multimodal del Corredor Bioceánico Pacífico Atlántico. Chile ofrece su potencial portuario y de servicios de ultramar. La zona central del Eje Pacífico Atlántico (Región NOA), es productora de materias primas y energía, destinada a los mercados asiáticos y al sur del Brasil. Además promueve la integración vial, ferroviaria y energética.
La Zicosur, con sus asimetrías políticas y económicas, forma un conjunto interrelacionado de intereses que armonizan con las diferentes realidades de sus países. Todos buscan generar mayor producción, ampliar el comercio exterior y lograr una mejor calidad de vida. Las economías cada vez más crecientes y consolidadas del Asia Pacífico generan nuevos horizontes esperanzadores en la escena del Océano Pacífico.
El crecimiento económico y demográfico de los países asiáticos, las limitaciones en tierras de cultivos y recursos naturales que poseen, permiten predecir que existirán fuertes presiones por abastecimiento de todo tipo de bienes. La Zicosur se convierte entonces en la abastecedora natural de la cuenca del Pacífico en los próximos años. Esto significa que la potencialidad económica de la Zicosur como productora de materias primas y alimentarias, y las capacidades industriales y tecnológicas desarrolladas por los países asiáticos conforman un complejo potencial de mercado del Pacífico, dando lugar a un proceso de integración intercontinental gracias al comercio exterior. Los objetivos en esta oportunidad, no sólo serán los de la exportación al sudeste asiático, sino que se pretende llevárselo al área Pacífico. El mercado asiático sigue siendo un atractivo, pese a sus dificultades económicas, pero la Cuenca del Pacífico amplía mucho más las posibilidades del comercio regional.
Este bloque de la mano de su desarrollo pleno, y bien estructurado daría nacimiento a una de las zonas de intercambio mas grandes del mundo, debido a la concentración de población de los países asiáticos, y la de regiones brasileras. Aunque todo proyecto que trate de realizarse con miras al pacifico es a largo plazo, debemos comenzar a trazar los lineamientos para poder ver sus frutos quizás en diez años, pues estos son los tiempos de los países asiáticos.

Datos personales

Salta- Capital, Salta, Argentina
Lic. Carolina Romano Doctoranda en Educación para la Integración y Desarrollo Sustentable. Universidad de Valladolid. A.M.P Instituto de la Empresa, Madrid.